Introducción a la gran festividad del cuarto mes tibetano Saga Daua.

S.E Sangye Ñenpa Rinpoché

El cuarto mes tibetano, el de la constelación Saga, es muy especial. El séptimo día de este mes se conmemora el nacimiento de nuestro maestro Buda Shakyamuni. Y el día quince se conmemora conjuntamente el día en que Buda obtuvo el perfecto despertar, y el aniversario de su paranirvana.
Entonces, en este mes que se reúnen estos tres grandes acontecimientos, nosotros, como seguidores de Buda, hemos de recordar su historia de liberación, y mostrar veneración con el cuerpo —haciendo postraciones—, con la palabra —enunciando plegarias y alabanzas— y con la mente —generando fe, confianza y devoción autenticas—.

En general, el refugio es la puerta de entrada al camino, por esto, en todo momento hemos de recordar los actos de Buda y esforzarnos en la práctica del dharma. Pero especialmente, durante estos grandes aniversarios de los actos de Buda, hemos de asegurarnos de hacer postraciones con el cuerpo, de recitar plegarias —en especial las biografías en forma de plegaria— y de que nuestra mente no se desvíe de los tres tipos de confianza —la confianza lucida, la anhelante y la de convicción—.

Actuando de este modo podremos permanecer en el camino auténtico de la toma de refugio; y por nuestro esfuerzo corporal al hacer postraciones y circunvalaciones; verbal, al recitar plegarias; y mental, al generar y mantener los tres tipos de confianza, podremos extinguir los velos y negatividades cumulados en esta vida y desde vidas sin principio, además de completar las acumulaciones de mérito y sabiduría.

Puesto que Las Tres Joyas siempre consideran a todos los seres con el amor y la compasión de la bodhichita su actividad benéfica es ilimitada. Éstas siempre nos resguardan y protegen, apaciguan nuestras percepciones ilusorias, enfermedades del cuerpo y obstáculos externos; y cumplen nuestros propósitos de acuerdo al dharma. Posteriormente, en el momento de la muerte, gracias a ellas, no habremos de experimentar miedo y desesperación, sino que sentiremos confianza y alegría, y pondremos ir a la tierra pura. Con todas estas referencias virtuosas lo mejor seria aplicarnos diligentemente a la virtud y a la práctica del dharma.

Entonces, no nos queda otra opción, puesto que este mes de Saga Dada es excelso por los grandes acontecimientos de la vida de Buda, si durante este tiempo abandonamos toda conducta errónea y nos aplicamos con las tres puertas —cuerpo, palabra y mente— y de manera unidireccional a la actividad virtuosa, es certero que los resultados de tal actividad serán los enunciados previamente. Así́ lo ha afirmado el mismo Buda en numerosos sutras y tantras; también lo han proclamado así́, en una sola voz, todos los eruditos y realizados del noble país de la India y de la tierra de las montañas nevadas del Tíbet. Yo, teniendo plena confianza en estas palabras, os pido que no desperdicies esta ocasión y que os esforcéis todo lo que podáis en la práctica virtuosa del dharma.

Desde el monasterio Benchen Shenpen Tsogpa, el que meramente lleva el nombre de Sangye Ñenpa, inspirado por una pequeña intención altruista y con devoción.

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